"Hay que aprender a ser razonablemente autocompasivo, porque, como suele decirse, la compasión empieza por uno mismo".
Es decir, que no debo reprimirme, maltratarme o corregirme, o sea, que me conviene aceptar todos mis impulsos y dejar incluso, que conformen mi personalidad. Eso para hoy está bien, pero quién se lo explica mañana a mi conciencia...
j.
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Rayos de luz en la oscuridad