lunes, 20 de diciembre de 2010

Comprometida con la mierda

"La costumbre lo ha reducido todo a dos gestos y dos movimientos en los que no para de acelerarse el ritmo de ejecución. La repetición marca el compás, la costumbre orquesta, el aburrimiento dirige. Ahora mismo puedo llegar ahí con los ojos cerrados, con tapones de corcho en los oídos, atada de pies y manos. Puedo dejarme llevar tranquilamente, sin apenas tomarme la molestia de tener en cuenta que algo me está llevando. Tu vida no necesita de ti para ser vivida. Los días no necesitan de nadie para contarse ni para contar con un día a la medida de todos. No debes preocuparte por nada. Al final de cada día, en mejor o peor grado, manipulada de forma indolora por la básculas automatizadas y los torniquetes mecanizados, habrás dado tus tres vueltas, habrás caminado, comido y dormido, habrás aprendido gramática, historia y geografía, estarás más crecida, más instruida y más profundamente comprometida con la mierda".

El valle de los avasallados - Réjean Ducharme-.