Verde es el recuerdo de esperanzas perdidas,
lento es el momento en que sufres las verdades,
negras las cortinas de realidades vivas,
rápido el instante en que disfrutas vanidades.
Aun me huelen las manos a deseo,
a mirada enarbolada en lentos pestañeos,
a boqueo de pez y labios mordidos,
al silbido acelerado de latidos compartidos.
Nacen las preguntas sobre dudas descorridas,
crecen los problemas con urgencias radicales,
bajan las propuestas de aventuras día a día,
mueren paso a paso las sorpresas salibales.
Aún me duelen los codos del desgaste,
del balanceo de "el más feo de los trastes",
del gemido más temido que acunaste,
de nostalgias, derrames, dudas y balances.
Demasiados besos para no echarte de menos,
demasiado tiempo entre tanto cuento y cuento,
demasiadas veces enredado en tu recuerdo,
demasiado tarde para decir "te quiero".
j.
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Rayos de luz en la oscuridad