Somos tristes títeres que nos encanta sonreír, pero como es gratis, no le damos el valor que se merece a cada sonrisa regalada. También nos gusta llorar, pero somos así, que se le va a hacer. Debemos seguir intentando cortar los hilos que nos guían en contra de nuestra voluntad, y aferrarnos a aquellos hilos que nos lleven por el camino de la felicidad.
j.
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Rayos de luz en la oscuridad