"...No voy a sentirme mal, si algo no me sale bien, he aprendido a derrapar y a chocar con la pared,.
Y no volveré a sentirme extraño, aunque no me llegue a conocer, y no volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer..." -Adolfo Cabrales-
Hay que ver lo que cuesta dejarse llevar... el placer de hacerlo bien, el temor de hacerlo mal.
Estrujarse el cerebro para agradar, sin tenerse uno en cuenta. Cabe pensar que se hace involuntariamente, y posiblemente sea así, pero estoy convencido de q lo natural triunfa, aunque no le guste. No quiero volver a sentirme incómodo delante de una persona, me niego.
Me voy a dejar llevar sin ningún sentimiento de culpa, sin arrepentimientos. Yo acepto lo que hay, ese es el camino, por lo menos el mío.
j.
"Para renunciar a tu fértil vanidad y espumosa autoestima debes abrirte y fluir, preparado para consumirte de poder cuando el sendero te transporte más allá de lo que aparentas ser".
viernes, 20 de noviembre de 2009
sábado, 14 de noviembre de 2009
Villano pagano
El término pagano procede de la raíz latina paganus, que significa "habitante del campo". Los paganos eran, por lo tanto, literalmente campesinos sin adoctrinar, apegados a los antiguos cultos agrícolas de la naturaleza. La desconfianza de la iglesia para con los que vivían en villorrios y villas rurales era tanta que el antiguo término para describir a los campesinos de estas localidades, los "villanos", pasó a convertirse en sinónimo de malvado.
El ser humano, para llegar a comprender cuanto le rodeaba, concibió el mundo formado por dos mitades que eran las que regían su existencia. Una masculina y otra femenina. Dioses y diosas actuaban manteniendo un equilibrio en el cosmos, cuyo resultado era la armonía. Cuando ello no era así, sobrevenía el caos.
Fragmento de -El triunfo del paganismo- de Xavier Musquera.
El ser humano, para llegar a comprender cuanto le rodeaba, concibió el mundo formado por dos mitades que eran las que regían su existencia. Una masculina y otra femenina. Dioses y diosas actuaban manteniendo un equilibrio en el cosmos, cuyo resultado era la armonía. Cuando ello no era así, sobrevenía el caos.
Fragmento de -El triunfo del paganismo- de Xavier Musquera.
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